Este cuadro captura una escena que alegóricamente puede dar muchas pistas de cómo se vive la depresión.

En la imagen aparecen cuatro personas que a pesar de estar cerca físicamente se les siente distanciadas emocionalmente, aisladas y solitarias, como si estuviesen totalmente perdidos en su interior.  

Las luces brillantes de la cafetería contrastan con la oscuridad exterior, creando una sensación de de soledad y desconexión del mundo, como si este fuese un lugar triste y vacío. Además, tampoco se ven ventanas ni puertas por donde salir, lo cual da una impresión claustrofóbica, como si los personajes estuviesen encerrados tanto física como emocionalmente, dejando un interior con una luz que ilumina, pero no calienta, un lugar frio e incómodo.

Quien sufre depresión puede sentirse identificado con las distintas dimensiones que ofrece esta obra. El vacío y desesperanza que siente nuestro interior, las distintas partes que desatendemos o no aceptamos de nosotros mismos, el miedo y rechazo que nos produce el mundo ahí a fuera…

Imagina por un momento que le pedimos a Hopper que reinterprete su propia obra, pero desde los ojos de alguien que se ha permitido su espacio, se ha cuidado a sí mismo, ha aceptado sus partes rotas y ha conseguido abrirse de nuevo.

Una luz más cálida en el interior, que evoca serenidad y calma, un local que está abierto al exterior se fusiona e integra en él. Unos personajes que en lugar de aislarse y encerrarse en sí mismos, se alegran de conocerse, se aceptan y se respetan y un fondo con colores más vivos que parece ser un espacio más amable.

Es cierto que la Obra original de Hopper es excelente.

Pero dime,

¿Cuál te gustaría ser a ti?

¡Buenas! Me llamo Álvaro y tengo la suerte de dedicarme a la psicología clínica.

Cada psicólogo tiene unas habilidades personales que traslada a la consulta y estas le caracterizan como profesional, yo diría que las mías son:

1.      Generar un clima de confianza. Transmitiendo serenidad y calma, haciendo que la persona se sienta escuchada y empatizando con su historia.

 

2.      Integración de mis conocimientos. Siempre intento adaptar los enfoques terapéuticos que he estudiado a la realidad de la persona, sus condiciones, sus valores y su personalidad.

 

3.      Comunicación clara y transparente. Aunque siempre soy cuidadoso y respetuoso comunicando, no dejo de ser asertivo y trasmitir las cosas tal y como creo que le pueden venir mejor al paciente, aunque a veces la verdad duela.

Abien Psicología

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